viernes, 25 de noviembre de 2011

Capitulo 9



Óscar padre acompaña a su hija Paloma al cementerio.
--gracias por acompañarme papá. No quería ir sola y a mamá no le gusta venir aquí.
--no te preocupes aunque tu abuela no es que me quería mucho yo te acompaño con mucho gusto.
--que bueno. Así hablamos. ¿que tal te va con tu nueva novia?
--bien, bien. Esta es la definitiva seguro.
Paloma no sabe si creer en su padre. De repente el hombre se fija en una mujer. Le conmueve el dolor con el que mira una lápida. Es Gloria, la madre de Félix. La mujer no mira a su alrededor, solo piensa en su dolor. Óscar tiene muchas ganas de conocerla, de acercarse a ella pero su hija lo va empujando hacia el nicho de la abuela de la joven. Óscar va mirando atrás hasta que ya no ve a la mujer. Cuando pasan ya no está y le da pena. Se queda con ganas de volver a verla. Mientras Roberta, la primera ex esposa de Óscar está sobre la cama mirando una foto de su boda. Está llena de odio:
--¡¡maldito seas, yo te di mis mejores años, mi primera vez¡¡¡te di tus únicos hijos varones y tú me dejaste por esa cualquiera que era más joven que yo sí¡¡pero seguro que no vivió en tus brazos su primera vez¡¡
A pesar que han pasado muchos años la mujer siente mucho rencor, muchas veces ha deseado romper esa foto pero no puede ni quiere borrar el pasado:
--¡¡te conozco y nunca vas a ser feliz¡¡¡malditas las mujeres con las que me engañas¡¡Espero que todas sean tan infelices como yo¡
Óscar va saliendo del cementerio con su hija, se gira y su corazón palpita fuertemente y es que ha visto a Gloria, en otro nicho. Está tratando de subirse en unas escaleras para limpiar en nicho alto. Es el nicho de su padre.
--espera hija. Ahora vuelvo.
--¿la puedo ayudar? --dice Óscar acercándose a Gloria.
Gloria es muy brusca con él:
--¡¡no gracias¡¡
--pero almenos deje que le aguante la escalera.
Gloria limpia el nicho nerviosa, Óscar la devora con los ojos. Él tiembla mientras baja y luego cuando la tiene cerca:
--tengo el coche fuera, la puede llevar .
Gloria se siente incómoda:
--no, vivo cerca.
Gloria se va, le molesta las penetrantes miradas del hombre que ha quedado fascinado.
--nunca cambiará --piensa Paloma mirando a su padre.



En la tarde, Félix llega muy ansioso a clase. Se decepciona al saber que no hay clase.
--¿¿cócomo?
Hay huelga que fue comunicada después del examen de literatura. En un primer momento Félix sufre al pensar que no verá a Juan pero luego algo le hace tener esperanzas:
--Juan se fue después del examen como yo --dice para sí-- ¿y si no se enteró?
Y en eso que llega él.
--Hola ¿qué pasa?
Él llega tan guapo como siempre y el guapo tartamudo sonríe enamorado.
--¿sasasabibías queque haabibía huuueeelga? --le pregunta.
--¿huelga?
Las chicas que estaban con Félix se van y el guapo joven se queda a solas con Juan. No puede creer que esté hablando con el chico que tanto le gusta. Es feliz a pesar que su conversación no es muy seria. Hablan de la huelga, de los profesores. Félix está fascinado. Lo mira mientras Juan habla y Félix piensa:
--¡¡¡que lindo es¡
Están hablando durante un buen rato. Juan se está aburriendo porque es difícil seguir a Félix pero le sabe mal cortar al guapo tartamudo. Piensa en una excusa qué darle. En un momento dado Juan dice:
--yo me tengo que ir a casa que he dejado a mi perro solo.
Dicho esto él se va tan rápido como llegó. Félix no piensa en nada. Está feliz. Está solo en el aula y salta de alegría:
--¡¡Juan es maravilloso, es genial¡¡es el mejor chico que he conocido en mi vida¡¡
Juan se está convirtiendo en su pasión, en casi lo único que le importa. Félix está orgulloso de sí mismo por haber tomado la iniciativa de hablar con el chico que tanto le gusta:
--Juan es una persona bellísima. ¡¡ojala me amara¡¡
Félix se queda con un sabor agridulce porque está seguro que jamás Juan lo amará. Pese a que el guapo joven está feliz porque no ha desaprovechado la tercera oportunidad de hablar con adorado Juan la llegada del viernes lo deprime porque se tiene que enfrentar a dos días en los que seguro no verá a Juan. LLega a clase con mucha ilusión, con muchas ganas de verlo a él. Mientras se acerca al instituto su corazón acelera:
--que hoy pase algo especial entre él y yo ¡ojala que sí¡¡
Van pasando las horas y él no llega y Félix está muy triste. Es ya la última hora, Félix va al lavabo vencido. Ya no verá a su amado. Se le escapan las lágrimas y va al baño para refrescarse. Justo cuando sale reconoce el trasero de él. Lo ve yendo muy deprisa hacia la clase en la que hacen literatura. Félix trata de atraparlo pero le es del todo imposible. Juan lo ve de reojo, nota la desesperación del guapo tartamudo por él y es algo que no le gusta por lo que prefiere hacer que no lo vio. Félix queda convencido que ese guapo chico no lo ha visto que sino sí lo hubiera saludado. Almenos se consuela al oír la voz de su amado. Oye cómo habla con la profesora de literatura porque tampoco ese día puede entregar el dichoso trabajo. Juan le echa la culpa al otro chico.
--es que no me ha entregado su parte del trabajo.
Luego se va tan rápido como vino. Al llegar a su casa muy triste, Félix escribe en su diario:

"12 de noviembre de (viernes)
Hoy se cumplen 3 meses de la muerte de mi padre. Él ya no es más que un recuerdo, una parte de mi vida que se acabó. Se me hace tan raro. De todas formas no estoy escribiendo aquí para hablar de lo que me provoca dolor sino de todo lo contrario, de lo que me provoca felicidad, Juan. No sé qué más decir de él. Sé que él es un imposible y no quiero que se me convierta en una obsesión pero me gusta estar cerca de él. Ya que no puedo ser su amor que sea su amigo."

El fin de semana es duro. Para Félix la vida no tiene sentido sin su Juan.


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