jueves, 24 de noviembre de 2011

Capitulo 4



Juan no se da cuenta que el rubio habla con sarcasmo y que lo que quiere es divertirse con él.
--Juan. Soy yo Juan --dice él sediento y mirando enloquecido la pronunciado abertura de la camisa del rubio.
Está depilado pero no recién. Se le ve un poco la raíz del vello. No es muy musculoso pero tiene buen cuerpo. Buen paquetorro marcado por jeans escrechos.
--ya que majo. Me llamo John. --dice dándole dos besos muy cerca del labio.
Juan tiembla.
--John ¿Qué curioso no?
--Bueno en realidad me llamo Juan como tú pero nunca me gustó. John es más moderno…
--sí y así nos podemos distinguir.
John se muestra seductor y Juan está seducido.
--Nunca te había visto. ¿eres nuevo en el barrio?
--sí, soy nuevo.
--entonces nos tenemos que presentar. Si no vale en tu casa, ni en la mía podemos ir a un bar. Debajo de mi casa hay uno que está muy bien.
--sí, puede ser.
--¿vamos ahora?
--con los perritos?
--los dejamos en la puerta y listos.
--otro día.
Juan insiste mucho:
--¿cuándo?
John mira la hora:
--es que me tengo que ir.
--¿tan pronto?
--si es que ya llevaba un buen rato por acá.
John se va y Juan se lo queda mirando excitado. Luego corre hacia John.
--¿te acompaño a tu casa? A no ser que no quieras que tus padres te vean conmigo.
John ríe.
--¡Oye que no soy un crío como tú, yo vivo solo¡
A Juan no le gusta que lo trate de crío pero el deseo es mayor que otra cosa. Los dos se están desnudando con la mirada. John se va solo, Juan se queda mirándole el culo. Le encanta. Le gustaría que John se girara pero John se muestra indiferente aunque le gusta. Le gusta hacerse desear.


Juan llega a su casa, frustrado pero sediento. Se le acerca su hermano.
--¿qué es lo que te pasa?
--hoy he conocido al macho más guapo del mundo. Debe ser casi de 30 y es un sueño de macho --dice poniendo sus manos mostrando la talla del bulto genital de John-- si lo vieras... ¡Es para reventarte¡ ¡¡si es activo te rompe el culo¡ ¡Te la debe sacar por la boca¡
--¿¿¿¡¡¡te lo tiraste??¡¡¡ --dice Óscar con envidia.
Se hace un silencio, Juan pone cara de degenerado. Luego dice:
--me dejó con las ganas el muy guarro pero ya sé donde vive y si no es hoy será mañana pero ese macho no se me escapa vivo --dice Juan loco de deseo.
Óscar no dice nada, le gusta competir con su hermano y piensa que ojala en esa ocasión fuera él (Óscar) el que se quedara con el macho pese a que le asusta y no tiene claro que le guste.

Con los más tiernos pensamientos sobre Juan, Félix, al día siguiente, llega a clase. Queda triste porque apenas ve a su chico guapo, sólo de pasada. Juan pasa muy rápido por su lado y sin saludarlo y a Félix le cuesta mucho no quedarse parado mirando. No quiere que nadie descubra su secreto. Le da vergüenza. Está seguro que todo el mundo se va a reír de él por el hecho que al tartamudo le gusta el guaperas de la clase.

Sin imaginar cuan de profundos son los sentimientos del guapo tartamudo hacia él, Juan sale a pasear al perro a la misma hora del día anterior. Mira el reloj con ansiedad esperando a John.
--¡¡tiene que venir¡¡tiene que volver¡¡
Pasa el tiempo y John no llega. Juan se molesta mucho.
--¡¡maldito cabrón¡¡¿¿qué se cree ese?¡¡pues si lo vuelvo a ver seré yo quien no quiera saber de él
Juan sonríe con cara de pervertido y es que al recordarlo babea:
--eso no te lo crees ni tú –se dice él mismo.
John está muy clavado en sus pensamientos.
--¡¡se me va a dar, claro que se me va a dar¡¡yo no me quedo con las ganas de tirarme a ese rubio¡¡ --dice mientras regresa a su casa sofocado.



Mientras, John está en su casa arreglándose. Lleva ropa estrecha negra, muy explosivo. Piensa en Juan. En realidad, aunque sólo quiere jugar con él, está pensando en Juan más de lo que espera y él mismo se reprocha sus pensamientos. No se llevan tanto, pero John se considera demasiado maduro para Juan.
--¿¿que haces pensando en ese muchachito? sí, es lindo pero no es nada del otro mundo. ¡¡no debes permitir que él te lleve a su terreno¡¡tú debes hacer lo que quieras con él¡¡lo que quieras¡¡
John se echa sus cremas, es coqueto. Sonríe pensando en Juan:
--el pobre se habrá llevado el chasco de su vida pero ya nos volveremos a ver. Hoy no porque ya he quedado con un hombre de verdad pero ya pronto Juancito podrá averiguar lo que se siente al estar con un macho de verdad.

Comienza un nuevo día que a Félix se le hace lento porque sólo espera que sea la noche para llegar a clase, Félix está solo en el aula. Se prepara para hacer literatura. Mientras llega la profesora el guapo joven adelanta unos deberes. De repente una voz que no reconoce le dice:
--oye…
Félix levanta la cabeza extrañado porque es la primera vez que alguien de la clase se le acerca. El guapo joven de poco no se desmaya al ver que es el guapo Juan para devolverle la hoja que días atrás le dejara.
--me dejaste esto y no había pensado en devolvértelo.
Félix está muy nervioso.
--No haaacccía falfafalta queque meeee lo dededevolvolvivieras, tete lo popopodias haaeber quequequedado. No meee haace fafafalta.
En realidad es lo único que se le ha ocurrido para mantener al chico a su lado porque le preocupaba no tener esa hoja que le haría falta más adelante y sabía que si Juan no se la devolvía a él le daría mucha vergüenza tenérsela que pedir. Félix está tan nervioso que se le nota al hablar, se le acentúa su tartamudez pero Juan lo deja acabar con paciencia. No todos tienen tanta paciencia y eso Félix lo agradece.
--yo ya le he hecho una fotocopia. --Juan
--bubueeno, meme lo quequequedadaré de rererecucucueerrdo --dice Félix que no sabe qué decir.
--gracias.
Y se va rápido porque no le interesa tener una conversación con ese tartamudo ya que por otro lado no es algo fácil. Félix lo mira encantado.

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