capitulo 16

Paloma sale de su trabajo. Jorge la espera con una rosa. Ella lo mira con cierto miedo.
--¿tu otra vez?
--hoy, cada día y siempre hasta que me digas que sí.
--es que yo…
Jorge le acaricia la mano:
--no tengas miedo. Yo me enamoré de ti.
--pero ¿cómo?¿así de repente?
La mirada de él la hace temblar:
--así son las cosas del amor. No tienes que tener miedo. Piensa que en ángel me ha puesto en tu camino para hacerte muy feliz. ¿No vas a rechazarme no?
Jorge la acaricia y Paloma queda prendada de él.

Al rato Jorge se reúne con su amigo Óscar para ponerle al tanto de sus avances.
--acostarme con tu hermana será más fácil de lo que parecía. Es de las que se hace la decente pero se derriten con dos palabras bien dichas. Ya me ha dado una cita, seguro que será la que me llevo a la cama más fácilmente.
Los ojos de Óscar brillan:
--si yo sabía que esa era una cualquiera. A ver qué cara se le pone a mi padre al ver que su hija es una ramera como las mujeres que le gustan a él. O las que se supone.
--¿de qué hablas?
--Cosas mías. Mi padre es de lo peor. Es una bestia.
--Bueno, tu padre tiene novia ¿no?
--si vive con una pero se acuesta con otra que podría ser su hija. Yo echado un polvo a esa guarra.
Habla de Adrián. La verdad le parece demasiado fuerte como para decirle y no está seguro de querer que su amigo crea que se acostó con un hombre.
-¡¡qué fuerte, vaya con tu padre¡¡
--tengo que hacer algo para vengarme de ella.
--¿y porque te tienes que vengar de ella? Si se acostó contigo qué más da que también tu padre se la tire. Me la tienes que presentar por si me la puedo tirar yo.
Óscar da un golpe a la mesa con rabia. No quiere decir que lo que le pasa es que a él Adrián lo rechazó y por eso se la tiene jurada.
--¡no me da la gana que mi padre sea así¡¡
--eso sí, ¡¡que tu padre se acueste con las mismas mujeres que el hijo¡¡ ¡qué asco¡¡
--¡¡con lo de Paloma no me vale. Tengo que encontrar algo más¡
Con mucha ironía Jorge dice:
--si quieres yo puedo castigar a esa guarra acostándome con ella.
--Muy gracioso. Hablo en serio.
--y yo. ¡¡qué más quisiera yo que hacerlo con esa ninfómana¡
--tú céntrate en mi hermana.
--¡¡yo puedo con las dos¡¡ pero bueno. ¿no sabes dónde vive tu padre? le puedes mandar un anónimo a la nueva mujer contándole a ver si lo echa de casa.
Óscar sonríe:
--tampoco confías en mi? ya lo hice.
--¿y entonces qué más quieres?
--No sé. Esa persona con la que está mi padre es familia de un tartamudo bobo que está enamorado de mi hermano. No sé… tal vez…
Jorge no lo deja seguir:
--¡¡si conozco a Félix. Es muy buen chico¡¡conmigo no cuentes para hacerle nada malo y tu hermano también es mi amigo¡¡
Óscar fuerza una sonrisa, no dice a su amigo que está pensando en lastimar a Félix para hacer quedar mal a Juan por si no se pone de su lado.
--Oye y eso que me dijiste que a mi hermano también le iban detrás chicas, ¿es verdad?
--Si ¿porqué? Hay una que se llama Milagros, es guapa pero lleva un aparato en los dientes. Eso la hace tímida, seguro que es virgen pero por tu hermano se abriría de piernas.
Óscar escucha interesado.

Esperanza y Gloria vuelven a salir juntas. Gloria va de negro y parece un muerto viviente.
--hija, cambia esa cara. Das miedo.
--mamá, es que no sé para que me obligas a salir si no me apetece.
--porqué no te puedes quedar en casa como si estuvieras muerta.
Gloria tiene ganas de decirle que le gustaría estar muerta pero no lo hace por la promesa que le hizo a su madre de salir adelante. De repente un hombre cuyo rostro le tapa su propia camiseta arranca a doña Esperanza el bolso y huye corriendo.
--¡¡mi bolso, mi bolso¡¡ --grita la anciana.
--¡¡poca vergüenza. Como se atreven a robar a dos mujeres indefensas¡¡¡mal hombre¡ --Gloria.
Óscar padre lo ha visto todo y no pierde oportunidad. El deseo de quedar bien con Gloria le da las fuerzas necesarias para dar alcance al delincuente y enfrentarse a él. Le muele a golpes y le saca el bolso. Sólo le preocupa regresar donde Gloria así que se olvida del ladrón que huye. Esperanza agradece mucho al hombre su ayuda. Óscar sonríe:
--es un placer. Me llamo Óscar.
--Yo soy Esperanza y esta es mi hija, Gloria.
Óscar da un beso a la anciana, quiere besar a Gloria pero está le da la mano para marcar la distancia. Óscar mira con intensidad a Gloria. Es evidente que la mujer le gusta y tanto madre como hija se dan cuenta. Pero mientras que a Esperanza le encanta no a Gloria.
--gracias, ya nos vamos.
Esperanza retiene a su hija.
--claro que no, hija. Le tenemos que dar las gracias a este hombre. ¿porqué no se toma un café con nosotras?
--encantado.
A Gloria no le sienta nada bien e ignora al hombre. Esperanza y el padre de Juan hacen muy buena amistad.

Madre e hija llegan a la casa discutiendo.
--Mamá soy una mujer viuda. No me metas a ese hombre por los ojos.
--yo no digo nada pero está bien que te relaciones.
--¿¿que es lo que papasa? --Félix.
Gloria mira a su madre con reproche:
--¡¡un hombre me tiró los tejos por culpa de tu abuela¡¡
A Félix le da un poco de pena por su padre:
--yayaya ¡¡papapá acacaba de momorir¡
--¡¡bueno, tampoco me condenen. Yo sólo fui amable con un hombre que se portó muy bien con nosotras¡¡¡Se ve muy buena persona, todo un caballero¡¡
--no sabemos nada de él, mamá.
--es muy buena gente.
Félix jamás imaginaría que el hombre que pretende a su madre es el padre del chico que le gusta a él.




En la noche mientras Juan se afeita y Óscar se ducha, los dos hermanos hablan.
--no sabes lo que le ha pasado hoy al viejo.
Óscar sigue enjabonándose, tiene qué hacer el que no le importa para que no sospeche pero en realidad le interesa mucho.
--me da igual lo que pase con ese hombre --dice él desnudo y enjabonado chico.
--pues no debería. La mujer lo ha echado de casa. Está viviendo en el taller.
Los ojos de Óscar brillan:
--algo habrá hecho.
--Es un malentendido. Se ve que alguien le mandó un anónimo a la mujer de nuestro padre diciendo que tiene una amante joven.
--¿y no será verdad?
--él dice que no y no tiene porque mentir
--si claro--dice Óscar con desprecio –seguro que no se acuesta con ninguna jovencita.
--pero bueno, eso no es todo, papá se ha enamorado.
Por un momento Óscar cree que se trata de Adrián:
--de una jovencita? --burlón.
--No, de una mujer de su edad.
--vaya, pues la acompaño en el sentimiento. La va a destruir. Ese hombre no sabe lo que es amar y menos a una mujer.
--Yo lo he visto muy interesado, dice que es una mujer muy triste y no le hace caso.
--¡¡que pena¡ --con ironía.
--deberías preocuparte por papá. Yo le he aconsejado que luche por esa mujer, mañana en la mañana le llevará flores. A ver qué tal le va. Ojala sea feliz.
Óscar ya se ha aclarado. Y sale de la ducha desnudo y secándose la cabeza.
--Pues a mi me da igual lo que haga.
Óscar se pone la toalla en la cintura y se va a su cuarto. Allá cae desnudo sobre la cama.
--¡¡maldito¡¡¡se acuesta con Adrián pero quiere seducir a una vieja¡¡¡pues no se le va a hacer con la otra porque a mi no se me va a pegar la gana¡¡
Óscar es todo rencor.

Al día siguiente, Óscar padre llega a casa de Gloria con un ramo de flores. Lo atiende Félix.
--mumuchas gragracias, pepero es que mi mamamá no lo quiquiere ver. Sé que mi aabuela le didio ootra imimpresión, pepero mi papapá rerecién fafalleció.
--yo sólo quiero hacer sonreir a tu madre.
--por fafavor, no ininsista.
Félix no acepta las flores y el hombre se queda muy triste. Óscar hijo estaba escondido detrás de un coche que había aparcado delante y lo ha escuchado todo. Se aleja sonriendo. Ya sabe cómo se va a vengar de su padre:
--la cara que pondrá esa mujer que quiere engañar al saber que su hijo es tu amante ¡¡vaya con papá¡¡ ¿y lo sabrá? ¿Sabrá que se acuesta con el hijo? ¡Es capaz, menuda basura¡
Óscar sonríe:
--pero no será la única noticia desagradable para esa mujer. El tartamudo recibirá la burla de su vida. Está vez no habrá intermediarios. Yo mismo me acostaré con ese idiota.
Óscar centra todo su odio en el tartamudo.
--¡vas a disfrutar de un buen macho¡¡pero después vas a llorar¡¡